Tras un consejo de ministros extraordinario, Mariano Rajoy expuso la aplicación concreta del artículo 155 de la Constitución, nunca usado de lleno en 40 años de democracia, y que permite al ejecutivo central tomar medidas para obligar a una región al "cumplimiento forzoso" de la legalidad.
Según detalló a la prensa, su gobierno conservador pedirá al Senado "el cese del presidente de la Generalitat de Cataluña (Carles Puigdemont), del vicepresidente (Oriol Junqueras) y de los consejeros que integran el consejo de gobierno de la Generalitat de Cataluña".
Sus funciones "corresponderán a los órganos y autoridades que a tal efecto cree o designe el gobierno de la nación", dijo. Aunque "en principio la idea será que los ministerios asuman esta responsabilidad a lo largo del plazo que dure esta situación excepcional".
La sesión del Senado que ha de examinar esas medidas está prevista el 27 de octubre próximo. Se espera que sean aprobadas, ya que el Partido Popular (PP) Rajoy tiene mayoría en la cámara alta y cuenta con el apoyo de los socialistas y de la formación liberal Ciudadanos.
Además del cese del gobierno independentista catalán, Rajoy propondrá al Senado poder asumir la competencia de disolver el Parlamento regional y convocar elecciones, una función que está en manos del presidente catalán Carles Puigdemont.
"El presidente del gobierno, si el Senado así lo decide, tendrá que convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses", detalló. No obstante, "la voluntad mía es hacerlo tan pronto como recuperemos la normalidad institucional", que es "uno de los objetivos del futuro".
Las últimas elecciones regionales catalanas tuvieron lugar el 27 de septiembre de 2015. En ellas, los independentistas obtuvieron una mayoría de 72 escaños sobre un total de 135.
En relación con la cámara regional, Rajoy pidió también limitaciones al funcionamiento de la misma.
En virtud de esas limitaciones, el control del Parlamento catalán quedará en manos de un órgano designado a tal efecto por el Senado, y la cámara regional no podrá "adoptar iniciativas contrarias a la Constitución española y al Estatuto de Autonomía, teniendo el gobierno un plazo de 30 días para ejercer su derecho de veto".
Mariano Rajoy afirmó que el gobierno catalán no le ha dejado otra opción, y aseveró que "no era nuestro deseo ni nuestra intención" aplicar el artículo 155.
Igualmente dijo que con todo esto "no se suspende la autonomía ni el autogobierno de Cataluña", sino que "se cesa a las personas que han puesto ese autogobierno fuera de la ley, de la Constitución y del Estatuto de autonomía" de la región. x
Según detalló a la prensa, su gobierno conservador pedirá al Senado "el cese del presidente de la Generalitat de Cataluña (Carles Puigdemont), del vicepresidente (Oriol Junqueras) y de los consejeros que integran el consejo de gobierno de la Generalitat de Cataluña".
Sus funciones "corresponderán a los órganos y autoridades que a tal efecto cree o designe el gobierno de la nación", dijo. Aunque "en principio la idea será que los ministerios asuman esta responsabilidad a lo largo del plazo que dure esta situación excepcional".
La sesión del Senado que ha de examinar esas medidas está prevista el 27 de octubre próximo. Se espera que sean aprobadas, ya que el Partido Popular (PP) Rajoy tiene mayoría en la cámara alta y cuenta con el apoyo de los socialistas y de la formación liberal Ciudadanos.
Además del cese del gobierno independentista catalán, Rajoy propondrá al Senado poder asumir la competencia de disolver el Parlamento regional y convocar elecciones, una función que está en manos del presidente catalán Carles Puigdemont.
"El presidente del gobierno, si el Senado así lo decide, tendrá que convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses", detalló. No obstante, "la voluntad mía es hacerlo tan pronto como recuperemos la normalidad institucional", que es "uno de los objetivos del futuro".
Las últimas elecciones regionales catalanas tuvieron lugar el 27 de septiembre de 2015. En ellas, los independentistas obtuvieron una mayoría de 72 escaños sobre un total de 135.
En relación con la cámara regional, Rajoy pidió también limitaciones al funcionamiento de la misma.
En virtud de esas limitaciones, el control del Parlamento catalán quedará en manos de un órgano designado a tal efecto por el Senado, y la cámara regional no podrá "adoptar iniciativas contrarias a la Constitución española y al Estatuto de Autonomía, teniendo el gobierno un plazo de 30 días para ejercer su derecho de veto".
Mariano Rajoy afirmó que el gobierno catalán no le ha dejado otra opción, y aseveró que "no era nuestro deseo ni nuestra intención" aplicar el artículo 155.
Igualmente dijo que con todo esto "no se suspende la autonomía ni el autogobierno de Cataluña", sino que "se cesa a las personas que han puesto ese autogobierno fuera de la ley, de la Constitución y del Estatuto de autonomía" de la región. x