La candidata al Senado por el partido uribista difunde en medios una propaganda en la que, artificiosamente, habla Rafael Uribe Noguera, condenado a 58 años de cárcel por el secuestro, violación y homicidio de la niña.
La pieza, difundida por Caracol Radio, no como pauta pagada, sino como objeto de análisis, comienza con una cortinilla de voces de niños en murmullo a la cual se sobrepone la voz seca de un hombre.
“Soy Rafael Uribe Noguera. Secuestré, torturé, violé y asesiné a una niña de 7 años. Gracias a los beneficios a los que tengo derecho, no pagaré más de 30 años de prisión. ¿Adivinen a qué voy a salir?”.
Tras la terrible advertencia velada en la pregunta de ‘Uribe Noguera’, habla Jiménez: “No más asesinos y violadores de niños libres. Soy Yohana Jiménez, hija de Gilma Jiménez. Como lo hizo mi mamá, no descansaré hasta lograr la prisión perpetua…”.
l presentar la propaganda, Darcy Quinn no dudó en calificarla: “Escabroso”.
“Es bravo”, dijo el jurista Hernando Herrera. “Duro, duro”.
“El que la hace, la paga, señor”, defendió Darío Arizmendi.
Pero Herrera fue más reflexivo. “Ahí uno en principio piensa qué se necesita: más persecución del delito o penas más altas. Y a veces ese denominado populismo judicial de cadena perpetua… Lo que necesitamos es cogerlos y hay una ley de feminicidio que, por ejemplo, castiga y sanciona con 60 años de cárcel”.
Sin mencionarlo, es claro que Herrera hizo referencia a lo que han planteado otros especialistas en el sentido de que no se necesita una cadena perpetua en el país, porque si se aplica con rigor la mayor condena de 60 años, en sí misma entraña ya una cadena perpetua.
Una certeza sí queda después de oír la propaganda de Jiménez, y que tiene base en los criterios de la razón: cuando los argumentos brillan por su ausencia, es más fácil apelar a la sensiblería.
Tomada de: Pulzo
La pieza, difundida por Caracol Radio, no como pauta pagada, sino como objeto de análisis, comienza con una cortinilla de voces de niños en murmullo a la cual se sobrepone la voz seca de un hombre.
“Soy Rafael Uribe Noguera. Secuestré, torturé, violé y asesiné a una niña de 7 años. Gracias a los beneficios a los que tengo derecho, no pagaré más de 30 años de prisión. ¿Adivinen a qué voy a salir?”.
Tras la terrible advertencia velada en la pregunta de ‘Uribe Noguera’, habla Jiménez: “No más asesinos y violadores de niños libres. Soy Yohana Jiménez, hija de Gilma Jiménez. Como lo hizo mi mamá, no descansaré hasta lograr la prisión perpetua…”.
l presentar la propaganda, Darcy Quinn no dudó en calificarla: “Escabroso”.
“Es bravo”, dijo el jurista Hernando Herrera. “Duro, duro”.
“El que la hace, la paga, señor”, defendió Darío Arizmendi.
Pero Herrera fue más reflexivo. “Ahí uno en principio piensa qué se necesita: más persecución del delito o penas más altas. Y a veces ese denominado populismo judicial de cadena perpetua… Lo que necesitamos es cogerlos y hay una ley de feminicidio que, por ejemplo, castiga y sanciona con 60 años de cárcel”.
Sin mencionarlo, es claro que Herrera hizo referencia a lo que han planteado otros especialistas en el sentido de que no se necesita una cadena perpetua en el país, porque si se aplica con rigor la mayor condena de 60 años, en sí misma entraña ya una cadena perpetua.
Una certeza sí queda después de oír la propaganda de Jiménez, y que tiene base en los criterios de la razón: cuando los argumentos brillan por su ausencia, es más fácil apelar a la sensiblería.
Tomada de: Pulzo