EL FALLO DE LA CORTE QUE LANZÓ AL AGUA A DE LA CALLE
Desde hace meses en el ambiente político se habla de la candidatura de Humberto De la Calle. Su nombre se da por hecho en la baraja para 2018 y, de hecho, no hay ninguna encuesta que no lo mida como el más seguro aspirante del liberalismo para esa contienda. Sin embargo, aunque se ha venido preparando desde el fin de los dialogos de paz con las Farc, De la Calle nunca había dicho el Sí de frente. Al menos no tan de frente como lo hizo en una entrevista este domingo a propósito del fallo de la Corte.
En febrero, cuando el uribismo envió el mensaje de que si ganaban revisarían el acuerdo de paz, De la Calle había hecho unas tímidas declaraciones. Aseguró que estaba “dispuesto a llevar a cabo la tarea que me corresponda en un esquema de coalición con un liderazgo colectivo”. Y dejó claro que en esa coalición no veía a Germán Vargas Lleras.
En esta oportunidad, no fue el uribismo el que lo hizo saltar al agua, sino el reciente fallo de la Corte Constitucional que limitó el fast track. “Esta nueva situación que pone en jaque lo que trabajamos con tanto cuidado y amor casi cinco años en La Habana sí me genera la tentación eventual de tomar la bandera yo mismo, personalmente”, dijo en entrevista al diario El Tiempo este domingo.
En sus declaraciones, De la Calle dejó de hablar como el prudente y diplomático jefe negociador, y se lanzó con la firmeza de candidato. Su posición soprendió. El ex vicepresidente siempre suele ser la voz serena ante cualquier controversia nacional, y sin embargo, en esta ocasión su tono fue uno de los más alarmistas.
Durante varios días el presidente, sus ministros y los juristas que acompañaron el proceso de paz habían salido a medios a aclarar que el fallo de la Corte Constitucional no necesariamente dañaría la implementación de los acuerdos. El exjefe negociador cree todo lo contrario. Aseguró que aunque entendía la posición del gobierno, le parecía “ingenua” su estrategia tranquilizadora. “El acuerdo de paz se pone en jaque y el riesgo de marchar atrás en un tema tan delicado es extraordinariamente grave”, aseguró.
En febrero, cuando el uribismo envió el mensaje de que si ganaban revisarían el acuerdo de paz, De la Calle había hecho unas tímidas declaraciones. Aseguró que estaba “dispuesto a llevar a cabo la tarea que me corresponda en un esquema de coalición con un liderazgo colectivo”. Y dejó claro que en esa coalición no veía a Germán Vargas Lleras.
En esta oportunidad, no fue el uribismo el que lo hizo saltar al agua, sino el reciente fallo de la Corte Constitucional que limitó el fast track. “Esta nueva situación que pone en jaque lo que trabajamos con tanto cuidado y amor casi cinco años en La Habana sí me genera la tentación eventual de tomar la bandera yo mismo, personalmente”, dijo en entrevista al diario El Tiempo este domingo.
En sus declaraciones, De la Calle dejó de hablar como el prudente y diplomático jefe negociador, y se lanzó con la firmeza de candidato. Su posición soprendió. El ex vicepresidente siempre suele ser la voz serena ante cualquier controversia nacional, y sin embargo, en esta ocasión su tono fue uno de los más alarmistas.
Durante varios días el presidente, sus ministros y los juristas que acompañaron el proceso de paz habían salido a medios a aclarar que el fallo de la Corte Constitucional no necesariamente dañaría la implementación de los acuerdos. El exjefe negociador cree todo lo contrario. Aseguró que aunque entendía la posición del gobierno, le parecía “ingenua” su estrategia tranquilizadora. “El acuerdo de paz se pone en jaque y el riesgo de marchar atrás en un tema tan delicado es extraordinariamente grave”, aseguró.