PODEROSO DEL FÚTBOL, SALPICADO POR CORRUPCIÓN EN CÓRDOBA
Juan Manuel Rogelis Ortega, presidente del club de fútbol Patriotas, es uno de los dirigentes deportivos más influyentes.
Aparece en páginas del Jet-set con exfiscales y exmagistrados, y suena para ocupar un escaño en la Federación Colombiana de Fútbol (Fedefútbol), que el próximo año renueva su dirigencia. Y su amigo, el fiscal delegado ante el Tribunal de Cundinamarca, Óscar Toro, fue elegido en enero miembro de la Comisión Arbitral, al lado del exmagistrado de la Corte Constitucional Luis Ernesto Vargas y de Carlos Camargo, del Consejo Electoral.
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Pero Rogelis también aparece en la investigación interna que la Fiscalía adelanta en torno a las acciones y decisiones del capturado Gustavo Moreno, exjefe de la Unidad Anticorrupción del ente acusador, quien intentó desviar investigaciones por corrupción que se siguen en Córdoba.
Álvaro Burgos del Toro, uno de los condenados por el llamado ‘carrusel’ de la educación en ese departamento, le dijo a la Fiscalía, en febrero de 2016, que Rogelis le pidió 600 millones de pesos para que el fiscal Alfredo Parada, le archivara su caso.
Las consignaciones
Además de dirigente deportivo, Rogelis es abogado y ha compartido oficina con César Guzmán, dueño del equipo Patriotas. Como lo reveló EL TIEMPO en 2015, Guzmán ha representado a capos de la talla de Iván Urdinola y Francisco Zuluaga, ‘Gordo lindo’.
Y Rogelis, a su vez, asesoró a Burgos del Toro, acusado de obtener 33.000 millones de pesos en indemnizaciones para maestros de Lorica, Córdoba, acudiendo a resoluciones fraudulentas.
Pero Burgos del Toro cambió de defensa, y cuatro meses después de su captura, en octubre de 2015, entregó consignaciones que probarían el soborno.
Según él, Rogelis lo citó a una pizzería de Montería y le exigió 850 millones.
De hecho, le aseguró al propio fiscal Parada que sabía que la plata no era para él y que tenía miedo porque “Rogelis había trabajado para gente de carteles de las drogas”.
“Yo sí asesoré a Burgos del Toro y le puse abogados que trabajan conmigo –Héider Barbosa y Manuel Cáceres–, para que lo defendieran. Pero no le pedí ningún soborno”, le aseguró a EL TIEMPO el gerente del club boyacense Patriotas.
Y dijo que tiene entendido que a Burgos del Toro se le solicitó ampliar la declaración y no ha querido.
Y, aunque admitió que en su caso no se ha retractado, aseguró que la Fiscalía no lo ha llamado a declarar.
Aparece en páginas del Jet-set con exfiscales y exmagistrados, y suena para ocupar un escaño en la Federación Colombiana de Fútbol (Fedefútbol), que el próximo año renueva su dirigencia. Y su amigo, el fiscal delegado ante el Tribunal de Cundinamarca, Óscar Toro, fue elegido en enero miembro de la Comisión Arbitral, al lado del exmagistrado de la Corte Constitucional Luis Ernesto Vargas y de Carlos Camargo, del Consejo Electoral.
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Pero Rogelis también aparece en la investigación interna que la Fiscalía adelanta en torno a las acciones y decisiones del capturado Gustavo Moreno, exjefe de la Unidad Anticorrupción del ente acusador, quien intentó desviar investigaciones por corrupción que se siguen en Córdoba.
Álvaro Burgos del Toro, uno de los condenados por el llamado ‘carrusel’ de la educación en ese departamento, le dijo a la Fiscalía, en febrero de 2016, que Rogelis le pidió 600 millones de pesos para que el fiscal Alfredo Parada, le archivara su caso.
Las consignaciones
Además de dirigente deportivo, Rogelis es abogado y ha compartido oficina con César Guzmán, dueño del equipo Patriotas. Como lo reveló EL TIEMPO en 2015, Guzmán ha representado a capos de la talla de Iván Urdinola y Francisco Zuluaga, ‘Gordo lindo’.
Y Rogelis, a su vez, asesoró a Burgos del Toro, acusado de obtener 33.000 millones de pesos en indemnizaciones para maestros de Lorica, Córdoba, acudiendo a resoluciones fraudulentas.
Pero Burgos del Toro cambió de defensa, y cuatro meses después de su captura, en octubre de 2015, entregó consignaciones que probarían el soborno.
Según él, Rogelis lo citó a una pizzería de Montería y le exigió 850 millones.
De hecho, le aseguró al propio fiscal Parada que sabía que la plata no era para él y que tenía miedo porque “Rogelis había trabajado para gente de carteles de las drogas”.
“Yo sí asesoré a Burgos del Toro y le puse abogados que trabajan conmigo –Héider Barbosa y Manuel Cáceres–, para que lo defendieran. Pero no le pedí ningún soborno”, le aseguró a EL TIEMPO el gerente del club boyacense Patriotas.
Y dijo que tiene entendido que a Burgos del Toro se le solicitó ampliar la declaración y no ha querido.
Y, aunque admitió que en su caso no se ha retractado, aseguró que la Fiscalía no lo ha llamado a declarar.