“PARA ERRADICAR LOS CULTIVOS ILÍCITOS SE DEBEN OFRECER ALTERNATIVAS TERRITORIALES Y DE SUSTITUCIÓN”: MINISTRO LONDOÑO
La erradicación de cultivos ilícitos debe ser pensada con un enfoque territorial e integral que involucre a los campesinos, el eslabón más débil de la cadena del narcotráfico.
Así lo manifestó ante la Comisión Primera del Senado de la República el Ministro de Justicia y del Derecho, Jorge Eduardo Londoño Ulloa, quien rindió informe sobre los impactos y consecuencias del programa de erradicación de cultivos ilícitos mediante aspersión aérea con el herbicida glifosato.
El jefe de la cartera de Justicia empezó por señalar que las expectativas de muchos campesinos y cultivadores de coca frente al proceso de paz tienen que ver con poder acceder a beneficios si apoyan la sustitución de cultivos. “Están en juego 80.000 familias que derivan su sustento diario del cultivo de hoja de coca, con el que se benefician unas 320.000 personas. Por ello el Estado debe ponerle mayor atención a estos colombianos”, afirmó.
Londoño Ulloa recordó que la suspensión de la fumigación aérea de cultivos ilícitos tuvo su origen en una orden del Consejo de Estado y la Corte Constitucional, que expresaron que el glifosato es perjudicial para la salud.
Así mismo, explicó el nuevo enfoque integral de la política de drogas en los territorios. “En él vienen trabajando las Fuerzas Armadas y se centra en atacar los grandes eslabones de la cadena que maneja la oferta”, anotó al manifestar que desde el Ministerio de Justicia se adelantan acciones diversas para luchar contra las sustancias ilícitas, entre las que se destaca la atención a los campesinos, los más débiles del negocio. Y en este contexto recordó que en Colombia hay 22.000 personas en las cárceles por portar un poco más de la dosis mínima de droga.
El alto funcionario hizo un llamado al Estado para que ofrezca alternativas territoriales con el fin de que las comunidades tengan de dónde derivar su sustento. “Un ejemplo de esto es el occidente de Boyacá, donde se erradicaron mil hectáreas de cultivos de coca y se sustituyeron por cacao. Hoy 1.400 familias viven de este producto, lo que demuestra la eficacia de la sustitución de cultivos ilícitos”, señaló.
El Ministro finalizó reiterando que la aspersión aérea no es la solución contra los cultivos ilegales, e invitó a gobernadores y alcaldes a ponerse en la tarea de identificar las necesidades más sentidas de sus regiones.
Así lo manifestó ante la Comisión Primera del Senado de la República el Ministro de Justicia y del Derecho, Jorge Eduardo Londoño Ulloa, quien rindió informe sobre los impactos y consecuencias del programa de erradicación de cultivos ilícitos mediante aspersión aérea con el herbicida glifosato.
El jefe de la cartera de Justicia empezó por señalar que las expectativas de muchos campesinos y cultivadores de coca frente al proceso de paz tienen que ver con poder acceder a beneficios si apoyan la sustitución de cultivos. “Están en juego 80.000 familias que derivan su sustento diario del cultivo de hoja de coca, con el que se benefician unas 320.000 personas. Por ello el Estado debe ponerle mayor atención a estos colombianos”, afirmó.
Londoño Ulloa recordó que la suspensión de la fumigación aérea de cultivos ilícitos tuvo su origen en una orden del Consejo de Estado y la Corte Constitucional, que expresaron que el glifosato es perjudicial para la salud.
Así mismo, explicó el nuevo enfoque integral de la política de drogas en los territorios. “En él vienen trabajando las Fuerzas Armadas y se centra en atacar los grandes eslabones de la cadena que maneja la oferta”, anotó al manifestar que desde el Ministerio de Justicia se adelantan acciones diversas para luchar contra las sustancias ilícitas, entre las que se destaca la atención a los campesinos, los más débiles del negocio. Y en este contexto recordó que en Colombia hay 22.000 personas en las cárceles por portar un poco más de la dosis mínima de droga.
El alto funcionario hizo un llamado al Estado para que ofrezca alternativas territoriales con el fin de que las comunidades tengan de dónde derivar su sustento. “Un ejemplo de esto es el occidente de Boyacá, donde se erradicaron mil hectáreas de cultivos de coca y se sustituyeron por cacao. Hoy 1.400 familias viven de este producto, lo que demuestra la eficacia de la sustitución de cultivos ilícitos”, señaló.
El Ministro finalizó reiterando que la aspersión aérea no es la solución contra los cultivos ilegales, e invitó a gobernadores y alcaldes a ponerse en la tarea de identificar las necesidades más sentidas de sus regiones.
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