APROBADA LA LEY PEPE SÁNCHEZ
Hasta sus últimos días el actor estuvo luchando para que se aprobara una ley que garantizara el pago de regalías a directores y libretistas. ¿De qué se trata?
Pepe Sánchez nunca tuvo una crisis financiera graves y, sin embargo, vivió varios periodos difíciles. El responsable de muchos de los éxitos televisivos que encantaron a la audiencia colombiana como Don Chinche o Café con aroma de mujer lo dijo en varias entrevistas con medios de comunicación hace un par de años, cuando cumplió 80: había periodos de su carrera en los que no lo llamaban a actuar o a dirigir, y sin entradas de dinero comenzaban a aumentar las deudas.
Por eso, durante sus últimos años estuvo dedicado a apoyar una reforma a la Ley 23 de 1982 que la asociación de directores de Colombia –que agrupa a 205 directores de cine y televisión– impulsa desde hace un par de años en el Congreso de la República para garantizar el pago de regalías a los directores y libretistas. De hecho, en una reunión de la junta directiva de la asociación, Ciro Guerra, el director de El abrazo de la serpiente propuso poner el nombre de Pepe en la ley.
La idea es muy sencilla: cada vez que una película o un programa de televisión colombiano se exhiba en el exterior o en algún canal de televisión, el director de la producción y el libretista reciba una remuneración económica, que debería pagar el canal o la entidad encargada de transmitirla. “Esa sería como nuestra pensión, porque nosotros no tenemos”, contaba Pepe cuando hablaba del proyecto.
Esto ya es una realidad. Desde ahora los directores y escritores colombianos podrán recibir regalías de los millones de euros recaudados en el exterior que antes no podían ser reclamados por falta de esta ley. El dinero será cobrado únicamente a los usuarios que utilicen la obra de manera pública y se lucren económicamente de ella.
Pepe Sánchez nunca tuvo una crisis financiera graves y, sin embargo, vivió varios periodos difíciles. El responsable de muchos de los éxitos televisivos que encantaron a la audiencia colombiana como Don Chinche o Café con aroma de mujer lo dijo en varias entrevistas con medios de comunicación hace un par de años, cuando cumplió 80: había periodos de su carrera en los que no lo llamaban a actuar o a dirigir, y sin entradas de dinero comenzaban a aumentar las deudas.
Por eso, durante sus últimos años estuvo dedicado a apoyar una reforma a la Ley 23 de 1982 que la asociación de directores de Colombia –que agrupa a 205 directores de cine y televisión– impulsa desde hace un par de años en el Congreso de la República para garantizar el pago de regalías a los directores y libretistas. De hecho, en una reunión de la junta directiva de la asociación, Ciro Guerra, el director de El abrazo de la serpiente propuso poner el nombre de Pepe en la ley.
La idea es muy sencilla: cada vez que una película o un programa de televisión colombiano se exhiba en el exterior o en algún canal de televisión, el director de la producción y el libretista reciba una remuneración económica, que debería pagar el canal o la entidad encargada de transmitirla. “Esa sería como nuestra pensión, porque nosotros no tenemos”, contaba Pepe cuando hablaba del proyecto.
Esto ya es una realidad. Desde ahora los directores y escritores colombianos podrán recibir regalías de los millones de euros recaudados en el exterior que antes no podían ser reclamados por falta de esta ley. El dinero será cobrado únicamente a los usuarios que utilicen la obra de manera pública y se lucren económicamente de ella.
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