ESTE FUE EL FALLO EN EL CUAL EL MAGISTRADO TOLOSA DE LA SALA CIVIL SE PRONUNCIA A FAVOR DEL ACCIONANTE DEL OSO CHUCHO
La Corte Suprema de Justicia falló un Habeas Corpus a favor del animal que había sido trasladado de una reserva de Manizales al zoológico de Barranquilla, para que pueda ser reubicado en un ambiente con "plenas y dignas condiciones de semicautiverio".
Chucho llegó a la reserva ambiental de Río Blanco hace 19 años. Era apenas un cachorro cuando salió de Nariño junto con la osezna Clama, como parte de un programa de repoblamiento del oso andino en el país.
A pesar de que nació y siempre vivió en cautiverio, en "una área de media cuadra, encerrada por una malla alambre de púas y cerca eléctrica" como la describió la Corporación Autónoma Regional de Caldas, fue hasta la muerte de su compañera Clama, -hace cerca de 9 años- que realmente se deprimió y comenzó a escaparse por la ciudad de Manizales.
Según explican los medios locales que siguieron su historia, en ese momento empezó a notarse en él un deterioro físico propio de una mala alimentación y de la falta de un hábitat ideal, así como del contacto con animales de su especie.
Ese fue el motivo que llevó a las autoridades ambientales a decretar su traslado al zoológico de Barranquilla. Pero la decisión no convenció a todo el mundo. El abogado Luis Domingo Maldonado fue el primero en considerar que la privación de libertad del mamífero no presentaba una mejora en su caso, sino que empeoraría sus condiciones de vida y sobre todo, sus derechos fundamentales.
Este es el fallo presentado.
Chucho llegó a la reserva ambiental de Río Blanco hace 19 años. Era apenas un cachorro cuando salió de Nariño junto con la osezna Clama, como parte de un programa de repoblamiento del oso andino en el país.
A pesar de que nació y siempre vivió en cautiverio, en "una área de media cuadra, encerrada por una malla alambre de púas y cerca eléctrica" como la describió la Corporación Autónoma Regional de Caldas, fue hasta la muerte de su compañera Clama, -hace cerca de 9 años- que realmente se deprimió y comenzó a escaparse por la ciudad de Manizales.
Según explican los medios locales que siguieron su historia, en ese momento empezó a notarse en él un deterioro físico propio de una mala alimentación y de la falta de un hábitat ideal, así como del contacto con animales de su especie.
Ese fue el motivo que llevó a las autoridades ambientales a decretar su traslado al zoológico de Barranquilla. Pero la decisión no convenció a todo el mundo. El abogado Luis Domingo Maldonado fue el primero en considerar que la privación de libertad del mamífero no presentaba una mejora en su caso, sino que empeoraría sus condiciones de vida y sobre todo, sus derechos fundamentales.
Este es el fallo presentado.
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