DE LA MANO CON LOS WAYÚU
Desde la dorección de proyectos de la Fundación Hilo Sagrado, esta Ingeniera Industrial trabaja por mejorar las condiciones laborales y de vida de los artesanos de esta comunidad.
El departamento de la Guajira es famoso por la labor artesanal de la comunidad wayuu. Por muchos años. desde ahí se han comercializado mochilas, hamacas, sombreros, pulseras y elementos de decoración para el hogar, tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
Infortunadamente, en muchos casos este crecimiento se ha dado de manera desordenada, lo que ha hecho que los fabricantes sean vulnerables al desarrollo sostenible. La Fundación Hilo Sagrado lucha por cambiar esto y lograr unas condiciones de comercio justo para los artesanos de dicha comunidad.
Natalia Bertel, directora de proyectos de la Fundación trabaja desde 2013 por el rescate de este legado ancestral por medio del diseño, capacitación e innovación, para producir elementos de alta calidad que reflejen la cultura wayuu y, a su vez, estén dirigidos al mercado global. “A través de la educación, el empoderamiento económico y el desarrollo sostenible, les brindamos las herramientas necesarias para que las mujeres se conviertan en microempresarias, lideren su propio trabajo y puedan salir de la pobreza”, explica.
Desde su fundación en 2013, Hilo Sagrado ha beneficiado a 150 artesanos, 85% de ellos mujeres cabeza de familia. De manera indirecta, el número de favorecidos aumenta a 500, al incluir los niños y hombres de la comunidad.
Este agosto, Hilo Sagrado estará participando, por tercer año consecutivo, en la feria Artisans Resource en Nueva York, con la idea de continuar penetrando en el mercado internacional con productos colombianos hechos a mano, y de esta manera garantizar un trabajo constante a esta comunidad. En estas ferias la fundación también busca el apoyo de patrocinadores para ayudar a una mayor cantidad de artesanos.
El apoyo empresarial a los artesanos es solo uno de los programas de la fundación. A la par con esta labor se trabaja para este que grupo de personas tomen taller de emprendimiento, calidad y liderazgo. Además, se han construido tres bibliotecas y una escuela, y se le ha garantizado el acceso de agua potable a la comunidad.
La columna vertebral de Hilo Sagrado es la educación, pues según Natalia, es lo que asegura el desarrollo de las capacidades locales que busquen rescatar el legado cultural. “La educación les permite a las mujeres ser autónomas e independientes para que brinden un mejor futuro a sus familias", sostiene. La segunda línea de acción es el empoderamiento económico de la mujer que, en palabras de la directora, contribuye en la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. La tercera acción es el desarrollo sostenible, para el cual lideran una variedad de iniciativas y contribuyen al logro de los objetivos de Naciones Unidas: "Actualmente estamos trabajando en asociación con múltiples líderes y empresas para lograr un conjunto de etas para 2020 y 2030”.
Natalia sabe que a través del trabajo con Hilo Sagrado ha potenciado su crecimiento personal y laboral, además de haber encontrado un vínculo con el interés por descubrir el país y el amor por las artesanías. Esto también le ha permitido conocer el sector social, apasionarse por los temas de la equidad de género. el comercio ético y la moda sostenible, lo que considera todo un reto por reivindicar el trabajo de los artesanos.
Uno de sus orgullos, gracias a la fundación es hacer parte de Ethical fashion de Londres, donde 500 pioneros del mundo trabajan con una misma visión para generar un impacto social: "Quien puede tomar hoy la decisión de hacer un cambio es el consumidor, que es quien tiene voz y voto, liderazgo y capacidad de entender dónde está la cadena de labor e incidir en los impactos que genera su consumo a nivel social y ambiental”.
Natalia atribuye parte de los buenos resultados que ha tenido con Hilo Sagrado a que algunos de sus estudios los realizó en lsrael, donde pudo darse cuenta de la importancia del emprendimiento y de las buenas intenciones con las que trabajan los que se reflejan en la calidad de sus obras "Amo lo que hago es un trabajo muy gratificante, me encanta llegar a La Guajira y ver los rostros y expresiones de cariño que tienen las personas con nosotros, es maravilloso trabajar con ellos, sentirse como en familia, tener el privilegio de conocer la cultura wayuu. Y también me complace cuando estoy en Bogotá y llegan los productos de cada artesano y puedo ver la evolución de su trabajo personal”, asegura esta ingeniera industrial.
A futuro, Natalia visualiza la fundación integrando la inteligencia artificial a todos procesos, de manera que las emprendedoras accedan con mayor facilidad a la educación la tecnología. Sueña con la creación de una plataforma avanzada que le permita mejorar el sistema de cadena de valor y los procesos de producción y lograr un mayor apoyo hacia otros grupos artesanales de nuestro país y de América Latina.
El departamento de la Guajira es famoso por la labor artesanal de la comunidad wayuu. Por muchos años. desde ahí se han comercializado mochilas, hamacas, sombreros, pulseras y elementos de decoración para el hogar, tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
Infortunadamente, en muchos casos este crecimiento se ha dado de manera desordenada, lo que ha hecho que los fabricantes sean vulnerables al desarrollo sostenible. La Fundación Hilo Sagrado lucha por cambiar esto y lograr unas condiciones de comercio justo para los artesanos de dicha comunidad.
Natalia Bertel, directora de proyectos de la Fundación trabaja desde 2013 por el rescate de este legado ancestral por medio del diseño, capacitación e innovación, para producir elementos de alta calidad que reflejen la cultura wayuu y, a su vez, estén dirigidos al mercado global. “A través de la educación, el empoderamiento económico y el desarrollo sostenible, les brindamos las herramientas necesarias para que las mujeres se conviertan en microempresarias, lideren su propio trabajo y puedan salir de la pobreza”, explica.
Desde su fundación en 2013, Hilo Sagrado ha beneficiado a 150 artesanos, 85% de ellos mujeres cabeza de familia. De manera indirecta, el número de favorecidos aumenta a 500, al incluir los niños y hombres de la comunidad.
Este agosto, Hilo Sagrado estará participando, por tercer año consecutivo, en la feria Artisans Resource en Nueva York, con la idea de continuar penetrando en el mercado internacional con productos colombianos hechos a mano, y de esta manera garantizar un trabajo constante a esta comunidad. En estas ferias la fundación también busca el apoyo de patrocinadores para ayudar a una mayor cantidad de artesanos.
El apoyo empresarial a los artesanos es solo uno de los programas de la fundación. A la par con esta labor se trabaja para este que grupo de personas tomen taller de emprendimiento, calidad y liderazgo. Además, se han construido tres bibliotecas y una escuela, y se le ha garantizado el acceso de agua potable a la comunidad.
La columna vertebral de Hilo Sagrado es la educación, pues según Natalia, es lo que asegura el desarrollo de las capacidades locales que busquen rescatar el legado cultural. “La educación les permite a las mujeres ser autónomas e independientes para que brinden un mejor futuro a sus familias", sostiene. La segunda línea de acción es el empoderamiento económico de la mujer que, en palabras de la directora, contribuye en la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. La tercera acción es el desarrollo sostenible, para el cual lideran una variedad de iniciativas y contribuyen al logro de los objetivos de Naciones Unidas: "Actualmente estamos trabajando en asociación con múltiples líderes y empresas para lograr un conjunto de etas para 2020 y 2030”.
Natalia sabe que a través del trabajo con Hilo Sagrado ha potenciado su crecimiento personal y laboral, además de haber encontrado un vínculo con el interés por descubrir el país y el amor por las artesanías. Esto también le ha permitido conocer el sector social, apasionarse por los temas de la equidad de género. el comercio ético y la moda sostenible, lo que considera todo un reto por reivindicar el trabajo de los artesanos.
Uno de sus orgullos, gracias a la fundación es hacer parte de Ethical fashion de Londres, donde 500 pioneros del mundo trabajan con una misma visión para generar un impacto social: "Quien puede tomar hoy la decisión de hacer un cambio es el consumidor, que es quien tiene voz y voto, liderazgo y capacidad de entender dónde está la cadena de labor e incidir en los impactos que genera su consumo a nivel social y ambiental”.
Natalia atribuye parte de los buenos resultados que ha tenido con Hilo Sagrado a que algunos de sus estudios los realizó en lsrael, donde pudo darse cuenta de la importancia del emprendimiento y de las buenas intenciones con las que trabajan los que se reflejan en la calidad de sus obras "Amo lo que hago es un trabajo muy gratificante, me encanta llegar a La Guajira y ver los rostros y expresiones de cariño que tienen las personas con nosotros, es maravilloso trabajar con ellos, sentirse como en familia, tener el privilegio de conocer la cultura wayuu. Y también me complace cuando estoy en Bogotá y llegan los productos de cada artesano y puedo ver la evolución de su trabajo personal”, asegura esta ingeniera industrial.
A futuro, Natalia visualiza la fundación integrando la inteligencia artificial a todos procesos, de manera que las emprendedoras accedan con mayor facilidad a la educación la tecnología. Sueña con la creación de una plataforma avanzada que le permita mejorar el sistema de cadena de valor y los procesos de producción y lograr un mayor apoyo hacia otros grupos artesanales de nuestro país y de América Latina.
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