sábado, 13 de enero de 2018

MISIÓN CARISMÁTICA: LA IGLESIA QUE APOYÓ A URIBE Y AHORA A VARGAS LLERAS


Quienes transitan en Bogotá por la carrera 30, a la altura de la calle 22, saben que los fines de semana el tráfico por la zona es difícil. Allí queda la sede principal de la Misión Carismática Internacional, una iglesia con más de 50.000 fieles solo en la capital del país. Pero esta semana, el jueves, todo allí era política. No había culto, anque sí una masiva asistencia.

La congestión en la zona esta vez no era provocada por un servicio religioso —como suele suceder—, sino por un evento de proselitismo político. El candidato por firmas Germán Vargas Lleras oficializaba la adhesión de Cambio Radical a su aspiración presidencial. Una noticia que parece evidente, pero que se realizaba porque el ex vicepresidente decidió lanzarse por firmas. 

La sede de la Misión Carismática Internacional, iglesia que congrega a más de 300.000 fieles en todo el país, fue por muchos años uno de los bastiones políticos del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Desde el año 2002, el pastor César Castellanos y su esposa, Claudia Rodríguez, líderes de la MCI, han apoyado las políticas del hoy senador y jefe del Centro Democrático. Lo acompañaron en todas sus campañas y siempre le ofrecieron la sede de su iglesia para realizar eventos políticos.

En la sede de esta iglesia en Bogotá eran frecuentes no solo los consejos comunitarios de gobierno uribista, sino también varios mítines políticos. Uribe, en su condición de presidente-candidato se subía al púlpito como si fuera un pastor para predicar ante sus fieles. Aunque los votos cristianos no se notaban entre los 7,3 millones con los que se reeligió en el 2006, el ahora senador del Centro Democrático los apreciaba mucho.

Pero este jueves el candidato que fue vitoreado dentro del recinto no fue Uribe ni su ficha presidencial actual, Iván Duque.

Vargas Lleras ingresó al centro de convenciones y fue recibido como un héroe por los más de 100 candidatos de Senado y Cámara que hicieron presencia en calidad de invitados. Un atronador aplauso precedió la intervención del exvicepresidente de Juan Manuel Santos, que presentó los siete pilares en los que basará su candidatura y anunció a los jefes de campaña de cada departamento. Esto, no sin antes agradecer el apoyo del partido a su candidatura y también el de los recién reclutados fieles de la cristiana Misión Carismática. 

Este fue el arranque formal de su intención de querer recuperar Bogotá, el fortín político que le está siendo esquivo en esta contienda electoral, y fue, además, el pistoletazo oficial de la recta final de su campaña en este 2018.

Esa iglesia abandonó las filas del expresidente Álvaro Uribe al no llegar a un acuerdo sobre su representación en las listas del Centro Democrático. Los cristianos querían más de lo que les ofrecieron (1 curul en senado y otra en cámara), pero el exmandatario les manifestó personalmente que esto no era posible. Así, los cristianos no tuvieron ningún reparo en decirle adiós en noviembre pasado.

Con los votos de la MCI en el aire, fue mucha la especulación en torno hacia dónde iría a parar el apoyo de los cristianos. Un músculo que se calcula en 300.000 sufragios a nivel nacional no es una cifra para nada despreciable en un año electoral como este. Ante eso y a pesar de los coqueteos con otras colectividades, como el Partido Liberal, finalmente aterrizaron en Cambio Radical, que devolvió el gesto dándole a Claudia Rodríguez de Castellanos el segundo puesto en la lista al Senado y las cabezas de las planchas a la Cámara en Bogotá y Santander.

"Germán es la persona indicada para mejorar el rumbo de Colombia. Tuvimos muchas invitaciones de varios partidos, pero nos identificamos en las tesis y el pensamiento de Germán Vargas, sobre las modificaciones que se deben hacer al acuerdo de paz y ahora vamos a hacer equipo con Cambio Radical", afirmó Rodríguez de Castellanos.

De acuerdo con Jorge Enrique Vélez, presidente de Cambio Radical, el hecho de que el anuncio de la adhesión a la campaña de Vargas se haya realizado en la sede de la MCI es algo simbólico. "El movimiento de la doctora de Castellanos es muy importante para nosotros y su relación con el partido es de gana-gana", precisó el dirigente político.

Según Vélez, líneas programáticas como el denominado ‘Ministerio de la Familia‘, propuesto por Vargas, y ciertos reparos al acuerdo de paz con las Farc fueron claves para que los cristianos optaran por elegir a su partido. "Tenemos muchas cosas en común con ellos", añadió.

Aquí vale resaltar que en esta sede del cristianismo capitalino, entre muchos otros, también hizo presencia el senador de la U Mauricio Lizcano, quien a pesar de las críticas de su partido ya está jugado por la candidatura de Vargas Lleras.

Pero el matrimonio del clan Castellanos con Cambio Radical no es algo nuevo. En 2006, cuando Germán Vargas Lleras fue cabeza de lista para el Senado por este partido, Claudia Rodríguez de Castellanos hizo parte de la plancha de candidatos. La líder cristiana puso 57.000 votos, la cuarta del partido, y se ganó una curul haciendo parte de la entonces poderosa bancada uribista.

Ahora, tras doce años en los que el MCI apoyó incondicionalmente a Uribe, como el hijo pródigo, los cristianos regresaron a las filas de Germán Vargas. Una alianza que no es gratuita, pues los cristianos tienen votos, y Cambio Radical, que quiere tener presidente y las mayorías parlamentarias, los necesita.

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