La Policía de Cundinamarca confirmó la mañana de este martes el asesinato de la bebé de 4 meses de nacida, quien había sido raptada por su padrastro Alexander Ospina Castro en el municipio de Chía el fin de semana.
La captura de Ospina se logró este martes en zona rural del municipio de San Carlos de Guaroa, en el Meta. Después de esto, el hombre confesó haber matado a la pequeña y haber sepultado el cuerpo en una zona montañosa de Chía.
“Durante la captura, el señor Alexander Ospina Castro manifestó haberle quitado la vida a la menor y haber sepultado el cuerpo en zona montañosa del municipio de Chía, hecho que fue lamentablemente confirmado por las Unidades de Investigación Criminal de la Policía en Cundinamarca”, informó el coronel Edwin Chavarro, comandante de Policía de Cundinamarca.
La detención del hombre se realizó después de que el comandante de la estación de Policía de San Carlos de Guaroa recibió una llamada telefónica en la que informaban que a dos horas de camino, en una vereda, habían visto al hombre.
En un primer momento, Ospina dijo que había regalado la hija de su compañera sentimental, pero luego confesó el crimen.
El hombre raptó a la menor, el fin de semana, en la vereda Cerca de Piedra, luego de sostener una discusión con la madre de la pequeña en su residencia, ubicada en las inmediaciones del resguardo indígena de esa zona.
Tomada de: El tiempo
La captura de Ospina se logró este martes en zona rural del municipio de San Carlos de Guaroa, en el Meta. Después de esto, el hombre confesó haber matado a la pequeña y haber sepultado el cuerpo en una zona montañosa de Chía.
“Durante la captura, el señor Alexander Ospina Castro manifestó haberle quitado la vida a la menor y haber sepultado el cuerpo en zona montañosa del municipio de Chía, hecho que fue lamentablemente confirmado por las Unidades de Investigación Criminal de la Policía en Cundinamarca”, informó el coronel Edwin Chavarro, comandante de Policía de Cundinamarca.
La detención del hombre se realizó después de que el comandante de la estación de Policía de San Carlos de Guaroa recibió una llamada telefónica en la que informaban que a dos horas de camino, en una vereda, habían visto al hombre.
En un primer momento, Ospina dijo que había regalado la hija de su compañera sentimental, pero luego confesó el crimen.
El hombre raptó a la menor, el fin de semana, en la vereda Cerca de Piedra, luego de sostener una discusión con la madre de la pequeña en su residencia, ubicada en las inmediaciones del resguardo indígena de esa zona.
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