‘NO HABRÁ NARCOS COLADOS EN JUSTICIA PARA LA PAZ’, DICE GOBIERNO
El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, garantizó este miércoles que en las listas de guerrilleros de las Farc que se beneficiarán de la justicia alternativa no se colarán capos del narcotráfico.
En referencia al caso de Gildardo Rodríguez Herrera, el ‘Señor de la Camisa Roja’, que era uno de los capos del Norte del Valle y que está pidiendo cupo ante la JEP, el comisionado Jaramillo dijo que no saldrá de la cárcel, donde paga 30 años de condena por crímenes de la mafia.
Como lo reveló este diario este miércoles, el ‘Señor de la camisa roja’ aparece en los listados entregados por las Farc y lleva varios meses intentando obtener los beneficios del proceso de paz. Así intentó pedir casa por cárcel –que le fue negada–, y su último movimiento fue solicitar traslado a una zona veredal.
Esto a pesar de que el expediente que lo tiene preso y los hechos por los que fue extraditado a los Estados Unidos se basan en su papel como gatillero y, luego, capo de la mafia del norte del Valle, donde alcanzó a ser considerado uno de los herederos de ‘Don Diego’.
El Gobierno, señaló Jaramillo, ya había detectado la situación y por eso Rodríguez no fue certificado por la Oficina del Alto Comisionado, un requisito que debía cumplirse para que un juez de garantías ordenara su excarcelación.
En consecuencia, no saldrá de la penitenciaría La Picota, de Bogotá.
“En este proceso se acordó y se implementó un sistema en el que participan todas las autoridades, incluida la Fiscalía, para revisar todos los nombres de la lista que entregan las Farc. Acá no habrá narcos colados”, dijo el comisionado de Paz.
En el acuerdo con la guerrilla quedó establecido que el Gobierno podrá vetar los nombres de personas que, de acuerdo con los informes de inteligencia, no pertenezcan realmente a la guerrilla. Esto, para evitar una reedición de los ‘narcos purasangre’ que se colaron en el proceso de paz del gobierno de Álvaro Uribe con los grupos paramilitares hace una década.
El de Rodríguez Herrera no es el único caso detectado por las autoridades. Hay al menos tres nombres más en proceso de veto, pues el Gobierno considera que se trata de narcotraficantes que buscan pescar beneficios aprovechando el proceso de paz.
En febrero de este año, Segundo Villota, un narco solicitado en extradición por dos cortes de Estados Unidos por enviar toneladas de cocaína, pagó para que funcionarios corruptos le fabricaran un falso historial de pertenencia a la guerrilla. Así, por tutela, logró que se frenara temporalmente su extradición. Cuando quedó en evidencia la trampa se reactivó el proceso de entrega a los Estados Unidos.
Otra extradición que había quedado en entredicho fue la de José Danilo Rodríguez, de 67 años, que en diciembre pasado pasó de narco capturado para responder ante una corte federal a supuesto miliciano y auxiliador de las Farc.
Rodríguez tenía una red de narcotraficantes que utilizaban a República Dominicana como país de plataforma para el envío de coca a Norte América.
Ninguna autoridad en Colombia lo tiene reseñado como miembro de esa guerrilla. Es la misma situación de Francisco Rivas Rosero, otro extraditable que a último momento esgrimió una supuesta pertenencia a las Farc para tratar de impedir su envío al país del norte.
En referencia al caso de Gildardo Rodríguez Herrera, el ‘Señor de la Camisa Roja’, que era uno de los capos del Norte del Valle y que está pidiendo cupo ante la JEP, el comisionado Jaramillo dijo que no saldrá de la cárcel, donde paga 30 años de condena por crímenes de la mafia.
Como lo reveló este diario este miércoles, el ‘Señor de la camisa roja’ aparece en los listados entregados por las Farc y lleva varios meses intentando obtener los beneficios del proceso de paz. Así intentó pedir casa por cárcel –que le fue negada–, y su último movimiento fue solicitar traslado a una zona veredal.
Esto a pesar de que el expediente que lo tiene preso y los hechos por los que fue extraditado a los Estados Unidos se basan en su papel como gatillero y, luego, capo de la mafia del norte del Valle, donde alcanzó a ser considerado uno de los herederos de ‘Don Diego’.
El Gobierno, señaló Jaramillo, ya había detectado la situación y por eso Rodríguez no fue certificado por la Oficina del Alto Comisionado, un requisito que debía cumplirse para que un juez de garantías ordenara su excarcelación.
En consecuencia, no saldrá de la penitenciaría La Picota, de Bogotá.
“En este proceso se acordó y se implementó un sistema en el que participan todas las autoridades, incluida la Fiscalía, para revisar todos los nombres de la lista que entregan las Farc. Acá no habrá narcos colados”, dijo el comisionado de Paz.
En el acuerdo con la guerrilla quedó establecido que el Gobierno podrá vetar los nombres de personas que, de acuerdo con los informes de inteligencia, no pertenezcan realmente a la guerrilla. Esto, para evitar una reedición de los ‘narcos purasangre’ que se colaron en el proceso de paz del gobierno de Álvaro Uribe con los grupos paramilitares hace una década.
El de Rodríguez Herrera no es el único caso detectado por las autoridades. Hay al menos tres nombres más en proceso de veto, pues el Gobierno considera que se trata de narcotraficantes que buscan pescar beneficios aprovechando el proceso de paz.
En febrero de este año, Segundo Villota, un narco solicitado en extradición por dos cortes de Estados Unidos por enviar toneladas de cocaína, pagó para que funcionarios corruptos le fabricaran un falso historial de pertenencia a la guerrilla. Así, por tutela, logró que se frenara temporalmente su extradición. Cuando quedó en evidencia la trampa se reactivó el proceso de entrega a los Estados Unidos.
Otra extradición que había quedado en entredicho fue la de José Danilo Rodríguez, de 67 años, que en diciembre pasado pasó de narco capturado para responder ante una corte federal a supuesto miliciano y auxiliador de las Farc.
Rodríguez tenía una red de narcotraficantes que utilizaban a República Dominicana como país de plataforma para el envío de coca a Norte América.
Ninguna autoridad en Colombia lo tiene reseñado como miembro de esa guerrilla. Es la misma situación de Francisco Rivas Rosero, otro extraditable que a último momento esgrimió una supuesta pertenencia a las Farc para tratar de impedir su envío al país del norte.
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