PROCESO DE PAZ PREVINO AL MENOS LA MUERTE DE 2.796 PERSONAS, SEGÚN INFORME DE CERAC
El proceso de paz previno, al menos, la muerte de 2.796 personas, cifra que incluso puede ser mayor según el periodo con el que se compare, de acuerdo con el informe periódico del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC).
En el Monitor del Cese el Fuego Bilateral y de Hostilidades correspondiente al período comprendido entre el 29 de agosto de 2016 al 27 de junio de 2017, el centro privado de investigación señala que “el ininterrumpido cese el fuego bilateral entre el Gobierno y las FARC, que completó diez meses, y la entrega y almacenamiento de las armas de los integrantes de las FARC, consolida el fin del conflicto con dicha guerrilla y lo hace irreversible”.
El estudio anota que “el inicio del posconflicto con las FARC trae consigo drásticas reducciones del riesgo de seguridad y del riesgo humanitario en Colombia, con poca probabilidad de aumento futuro en ambas”.
“Si bien el cese el fuego sigue vigente hasta el 1º de agosto, con la dejación de armas, se reduce a niveles nulos el riesgo de nuevas violaciones, lo cual permite afirmar que se dio la terminación del conflicto con las FARC”, subraya la entidad.
Así mismo, indica que “el cumplimiento del cese el fuego bilateral fue casi completo, en tanto que la prohibición de entrar intencionalmente en contacto armado con la contraparte no ha sido violada”.
Los investigadores explicaron que “durante el cese el fuego bilateral, se redujo más la violencia que durante el periodo en el que se pusieron en vigor las medidas de desescalamiento bilateral: durante el cese se dejaron de perder por lo menos 673 vidas en un periodo de tan solo diez meses”.
En el Monitor del Cese el Fuego Bilateral y de Hostilidades correspondiente al período comprendido entre el 29 de agosto de 2016 al 27 de junio de 2017, el centro privado de investigación señala que “el ininterrumpido cese el fuego bilateral entre el Gobierno y las FARC, que completó diez meses, y la entrega y almacenamiento de las armas de los integrantes de las FARC, consolida el fin del conflicto con dicha guerrilla y lo hace irreversible”.
El estudio anota que “el inicio del posconflicto con las FARC trae consigo drásticas reducciones del riesgo de seguridad y del riesgo humanitario en Colombia, con poca probabilidad de aumento futuro en ambas”.
“Si bien el cese el fuego sigue vigente hasta el 1º de agosto, con la dejación de armas, se reduce a niveles nulos el riesgo de nuevas violaciones, lo cual permite afirmar que se dio la terminación del conflicto con las FARC”, subraya la entidad.
Así mismo, indica que “el cumplimiento del cese el fuego bilateral fue casi completo, en tanto que la prohibición de entrar intencionalmente en contacto armado con la contraparte no ha sido violada”.
Los investigadores explicaron que “durante el cese el fuego bilateral, se redujo más la violencia que durante el periodo en el que se pusieron en vigor las medidas de desescalamiento bilateral: durante el cese se dejaron de perder por lo menos 673 vidas en un periodo de tan solo diez meses”.
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