¿REPRESIÓN O GARANTÍAS?: INICIA PULSO POR MULTAR A QUIENES PAGUEN POR SEXO
A la propuesta de ley de Clara Rojas le salió un contraproyecto que busca que se cumplan los fallos de la Corte y se garanticen los derechos laborales de las trabajadoras sexuales. Las iniciativas llegarán al Congreso con un oscuro reporte: 51 mujeres fueron asesinadas en el 2016.
Una propuesta de ley destinada a desincentivar la prostitución causó revuelo en las redes sociales y en el mundo político. El documento fue presentado por la Representante a la Cámara por Bogotá Clara Rojas con el objetivo de "reducir los actos de violencia en contra de esa población", así como de "evitar que Colombia se vuelva una destino de turismo sexual y de trata", según sus propias palabras.
Entre otras cosas, el texto basado en las legislaciones suecas y francesas, propone sancionar a los clientes de las trabajadoras sexuales con multas que comenzarán en 98.300 pesos (durante los dos primeros años) y aumentarán a 786.900 pesos al noveno año de su entrada en vigor. Los recursos recolectados serán destinados a crear un fondo de atención a las personas en situación de prostitución, bajo tutela de los ministerios de salud y de protección social.
La propuesta de inmediato despertó críticas desde diferentes sectores, especialmente de las trabajadoras sexuales que no encuentran la forma en que esta legislación las pueda proteger, por el contrario, se sienten arrolladas. Fidelia Suárez, presidenta de la red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (Redtrasex), aseguró que se trata de una maniobra política por parte de grupos que no tienen en cuenta a las trabajadoras de su gremio y que las quieren usar como "trampolín electoral para satisfacer ambiciones personales".
Lo cierto es que por cuenta de esta discusión, Colombia entró en la puja de dos grandes corrientes que buscan intervenir en el oficio más antiguo del mundo y que se abren camino en otros países: quienes quieren abolirla y los que buscan reglamentarla. Son sistemas opuestos que tienen una lista de aciertos y fracasos en los Estados que están implementando nuevas reglas sobre la prostitución.
En Colombia, Medicina Legal reportó que el año pasado fueron asesinadas 51 trabajadoras sexuales. Según la Secretaría de la Mujer, existen dos perfiles distintos de personas que ejercen el oficio, lo cual refleja el cambio histórico que ha vivido la prostitución en los últimos años en la capital. (Consultar el informe) De un lado, existe un grupo de mujeres que llegaron a Bogotá hace varios años desde otras regiones del país, generalmente trabajan en la calle, carecen de estudios y son las que más denuncian haber sufrido maltratos físicos y actos de violencia.
Un segundo grupo está conformado por mujeres jóvenes, nacidas en barrios como Kennedy o Barrios Unidos; ejercen su actividad lejos del centro de la ciudad, y aunque también denuncian actos de violencia, en su mayoría no provienen de personas descobocidas sino de su propia pareja. El estudio realizado en el 2015 las describe como mujeres que concluyeron estudios hasta la secundaria y que son las mayores consumidoras de sustancias psicoactivas. Así las cosas, el soporte estadístico señala que el panorama no es blanco y negro.
Una propuesta de ley destinada a desincentivar la prostitución causó revuelo en las redes sociales y en el mundo político. El documento fue presentado por la Representante a la Cámara por Bogotá Clara Rojas con el objetivo de "reducir los actos de violencia en contra de esa población", así como de "evitar que Colombia se vuelva una destino de turismo sexual y de trata", según sus propias palabras.
Entre otras cosas, el texto basado en las legislaciones suecas y francesas, propone sancionar a los clientes de las trabajadoras sexuales con multas que comenzarán en 98.300 pesos (durante los dos primeros años) y aumentarán a 786.900 pesos al noveno año de su entrada en vigor. Los recursos recolectados serán destinados a crear un fondo de atención a las personas en situación de prostitución, bajo tutela de los ministerios de salud y de protección social.
La propuesta de inmediato despertó críticas desde diferentes sectores, especialmente de las trabajadoras sexuales que no encuentran la forma en que esta legislación las pueda proteger, por el contrario, se sienten arrolladas. Fidelia Suárez, presidenta de la red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (Redtrasex), aseguró que se trata de una maniobra política por parte de grupos que no tienen en cuenta a las trabajadoras de su gremio y que las quieren usar como "trampolín electoral para satisfacer ambiciones personales".
Lo cierto es que por cuenta de esta discusión, Colombia entró en la puja de dos grandes corrientes que buscan intervenir en el oficio más antiguo del mundo y que se abren camino en otros países: quienes quieren abolirla y los que buscan reglamentarla. Son sistemas opuestos que tienen una lista de aciertos y fracasos en los Estados que están implementando nuevas reglas sobre la prostitución.
En Colombia, Medicina Legal reportó que el año pasado fueron asesinadas 51 trabajadoras sexuales. Según la Secretaría de la Mujer, existen dos perfiles distintos de personas que ejercen el oficio, lo cual refleja el cambio histórico que ha vivido la prostitución en los últimos años en la capital. (Consultar el informe) De un lado, existe un grupo de mujeres que llegaron a Bogotá hace varios años desde otras regiones del país, generalmente trabajan en la calle, carecen de estudios y son las que más denuncian haber sufrido maltratos físicos y actos de violencia.
Un segundo grupo está conformado por mujeres jóvenes, nacidas en barrios como Kennedy o Barrios Unidos; ejercen su actividad lejos del centro de la ciudad, y aunque también denuncian actos de violencia, en su mayoría no provienen de personas descobocidas sino de su propia pareja. El estudio realizado en el 2015 las describe como mujeres que concluyeron estudios hasta la secundaria y que son las mayores consumidoras de sustancias psicoactivas. Así las cosas, el soporte estadístico señala que el panorama no es blanco y negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario