Tras insistir en algunos reparos a la Justicia Especial para la Paz, el fiscal Néstor Humberto Martínez, aseguró que el exceso de atención a esa jurisdicción dejó en un segundo renglón a la justicia ordinaria, en su criterio “abandonada”.
Según Martínez es la justicia ordinaria la que llega a las regiones más apartadas del país y las necesidades más urgentes de los ciudadanos, no la JEP.
“En los últimos tiempos nos hemos encontrado con muchas justicias especiales: para los empresarios, para los indígenas para los paramilitares, y la justicia ordinaría se ha quedado rezagada”.
El fiscal advirtió que no puede permitirse una justicia especial para las bandas criminales, como se tiene previsto un proyecto para el acogimiento de esas organizaciones como el Clan del Golfo, dijo que es posible hacerlo a través de la justicia ordinaria.
"No puede ser que en unos años vayamos a tener justicia para las Bacrim, porque son las nuevas estructuras criminales del país. Pues no. Para eso esta la justicia ordinaria".
Para Martínez es necesaria una reunión con el Ministerio de Hacienda, no para explicar los problemas de la justicia, sino para que la “chequera” brinde las soluciones.
Según Martínez es la justicia ordinaria la que llega a las regiones más apartadas del país y las necesidades más urgentes de los ciudadanos, no la JEP.
“En los últimos tiempos nos hemos encontrado con muchas justicias especiales: para los empresarios, para los indígenas para los paramilitares, y la justicia ordinaría se ha quedado rezagada”.
El fiscal advirtió que no puede permitirse una justicia especial para las bandas criminales, como se tiene previsto un proyecto para el acogimiento de esas organizaciones como el Clan del Golfo, dijo que es posible hacerlo a través de la justicia ordinaria.
"No puede ser que en unos años vayamos a tener justicia para las Bacrim, porque son las nuevas estructuras criminales del país. Pues no. Para eso esta la justicia ordinaria".
Para Martínez es necesaria una reunión con el Ministerio de Hacienda, no para explicar los problemas de la justicia, sino para que la “chequera” brinde las soluciones.
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