Aunque la elección del nuevo presidente de la república tiene sus fechas señaladas en el calendario, el 27 de mayo (día la primera vuelta) y el 17 de junio (la segunda), el 16 de marzo podría ser determinante para definir las elecciones.
Este viernes vence el plazo para que los candidatos a la presidencia modifiquen la inscripción de sus candidaturas. Podrán incluir nuevos avales de partidos y hasta cambiar la fórmula vicepresidencial, que como en todas las elecciones, es un moneda de cambio para sumar votos y consolidar adhesiones.
También será el momento en que los ganadores de las consultas se inscriban y presenten su fórmula vicepresidencial, en el caso de Gustavo Petro. Iván Duque, ganador de la consulta de la derecha, escogió a Marta Lucía Ramírez, y este jueves se inscribió en la Registraduría.
La mayor expectativa de la jornada la protagoniza Germán Vargas Lleras, quien hasta último momento podría hacer movimientos a su inscripción y podría sorprender con una nueva fórmula vicepresidencal.
La semana pasada; Vargas había nombrado a su hombre de confianza, Luis Felipe Henao, quien se ha venido desempeñando como el jefe de debate, pero más como para cumplir con el requisito de la inscripción.
Pero Vargas, conocedor de los intríngulis de la mecánica electoral, sabe muy bien que la vicepresidencia es una carta para sumar votos. Y la podría usar.
Porque si bien las elecciones del domingo lo dejaron con un case de 2.155.801 votos y 46 congresistas, los que sacó Cambio Radical, no le son suficientes como para que sentirse con un pie en la segunda vuelta, así la fotografía lo ponga de segundo.
Para pescar nuevos votos, Vargas Lleras apuesta en ser el candidato ‘antipetro‘ y así pescar votos de opinión que según las encuestas no le favorecen. Pero Iván Duque, con los 4 millones con los que sacó en la consulta parece alzarse de momento con ese rótulo.
La circunstancia no le favorece a Vargas Lleras que empezó a buscar votos desde el lunes, y en dos de los partidos de la Unidad Nacional de Santos, la U y el Conservador. Entre los tres hay 3,8 millones de votos, con los que cualquiera podría estar fijo en la segunda vuelta.
Según trascendió, Vargas Lleras le ofreció al martes pasado la figura vicepresidencial al representante David Barguil. Tener de fórmula al congresista cordobés le significaría sumar al máximo elector del Partido Conservador y ganar una imágen que lo complementaría por su juventud y su origen caribe. Aunque al nuevo senador la propuesta le sonó, existían líos jurídicos que le impedían estar en esa llave. El principal problema radicó en un artículo de la constitución. Barguil podía posesionarse, pero en caso de ganar, no llegar al congreso sería una falta grave. La carta política incluye como causal de perdida investidura claramente "no tomar posesión del cargo dentro de los ocho días siguientes a la fecha de instalación". Como el congresista tiene un futuro político por delante, inmediante confirmó el problema legal, declinó el ofrecimiento.
Lo mismo que se ventiló el nombre de Sergio Díaz Granados, dirigente barranquillero que fue presidente de la U y compañero de Vargas Lleras en el gabinete de Santos, en la cartera de Comercio Exterior. Una jugada que se interpretaba para sellar la adhesión de la U pero que luego se desinfló, más aún cuando los parlamentarios decidieron aplazar la decisión para la siguiente semana. Es decir su logo no saldrá respaldando a ningún candidato.
Aunque votos son amores, los del Partido Conservador podrían ser más determinantes. Si Vargas Lleras los conquista podría superar los cuatro millones de votos y tendría la posibilidad de pelear el paso a la segunda vuelta. Pero no es el único que lo disputa. Para los conservadores, tener la vicepresidencia tras 16 años sin vocación de poder, no dejar de ser seductor.
Al final de la tarde del jueves el nombre parecía ser claro: Juan Carlos Pinzón. El ex ministro de Defensa había sonado desde un inicio, pero no se había concretado a la espera de que alguien más representativo de los godos, como podría ser Barguil. Sin embargo, en las últimas horas, y ante el impedimento legal del primero, la posibilidad de que el candidato presidencial se sumara a Vargas cogió fuerza. Pinzón tendría una enorme similitud con Vargas en términos de historia, pues ambos fueron funcionarios muy cercanos a Santos, pero se apartaron de él al inicio de la contienda electoral por cuenta de su rechazo a algunos puntos del proceso de paz. En la campaña de Vargas, aseguran que Pinzón es un personaje que podría aglutinar los dos partidos que están buscando. Los conservadores por su talante ideólogico y la U porque es su casa.
Iván Duque también está en la conquista de las bases del Conservatismo, aquellas que Marta Lucía Ramírez asegura representar. El favoritismo en las más recientes encuestas, y haber sido el gran ganador del 11 de marzo, lo hacen atractivo para los conservadores, pues también le ven chances de ganar. Si el candidato de Uribe se asegura los votos no solo se aseguraría en segunda vuelta con una mayor ventaja.
Aunque el ambiente de polarización apuntaría a una segunda vuelta entre Duque y Petro, no se puede descartar una segunda ronda entre Duque y Vargas, ambos del mismo espectro de la centro derecha. Al menos las urnas arrojaron ese escenario porque el Centro Democrático y Cambio Radical fueron los único partidos que superaron los dos millones de votos, y juntos tienen casi el 40% del Congreso.
Fue por eso que Vargas Lleras invitó a Duque a una alianza en torno a su nombre, inviable para el candidato del Centro Democrático que crece en las encuestas y considera tener más chances que Vargas. Ambos saben que en su particular pulso el Partido Conservador inclinará la balanza.
A menos de 24 horas de vencerse el plazo para cambiar las elecciones, también corrían rumores de que uno de los candidatos por firmas que ha venido adelantando campaña presidencial, el exministro Juan Carlos Pinzón, sería la fórmula de Vargas Lleras. Apenas un rumor. De momento todo es hermetismo, pero este viernes podría dar un giro la carrera por la presidencia.
Tomada de: Semana
Este viernes vence el plazo para que los candidatos a la presidencia modifiquen la inscripción de sus candidaturas. Podrán incluir nuevos avales de partidos y hasta cambiar la fórmula vicepresidencial, que como en todas las elecciones, es un moneda de cambio para sumar votos y consolidar adhesiones.
También será el momento en que los ganadores de las consultas se inscriban y presenten su fórmula vicepresidencial, en el caso de Gustavo Petro. Iván Duque, ganador de la consulta de la derecha, escogió a Marta Lucía Ramírez, y este jueves se inscribió en la Registraduría.
La mayor expectativa de la jornada la protagoniza Germán Vargas Lleras, quien hasta último momento podría hacer movimientos a su inscripción y podría sorprender con una nueva fórmula vicepresidencal.
La semana pasada; Vargas había nombrado a su hombre de confianza, Luis Felipe Henao, quien se ha venido desempeñando como el jefe de debate, pero más como para cumplir con el requisito de la inscripción.
Pero Vargas, conocedor de los intríngulis de la mecánica electoral, sabe muy bien que la vicepresidencia es una carta para sumar votos. Y la podría usar.
Porque si bien las elecciones del domingo lo dejaron con un case de 2.155.801 votos y 46 congresistas, los que sacó Cambio Radical, no le son suficientes como para que sentirse con un pie en la segunda vuelta, así la fotografía lo ponga de segundo.
Para pescar nuevos votos, Vargas Lleras apuesta en ser el candidato ‘antipetro‘ y así pescar votos de opinión que según las encuestas no le favorecen. Pero Iván Duque, con los 4 millones con los que sacó en la consulta parece alzarse de momento con ese rótulo.
La circunstancia no le favorece a Vargas Lleras que empezó a buscar votos desde el lunes, y en dos de los partidos de la Unidad Nacional de Santos, la U y el Conservador. Entre los tres hay 3,8 millones de votos, con los que cualquiera podría estar fijo en la segunda vuelta.
Según trascendió, Vargas Lleras le ofreció al martes pasado la figura vicepresidencial al representante David Barguil. Tener de fórmula al congresista cordobés le significaría sumar al máximo elector del Partido Conservador y ganar una imágen que lo complementaría por su juventud y su origen caribe. Aunque al nuevo senador la propuesta le sonó, existían líos jurídicos que le impedían estar en esa llave. El principal problema radicó en un artículo de la constitución. Barguil podía posesionarse, pero en caso de ganar, no llegar al congreso sería una falta grave. La carta política incluye como causal de perdida investidura claramente "no tomar posesión del cargo dentro de los ocho días siguientes a la fecha de instalación". Como el congresista tiene un futuro político por delante, inmediante confirmó el problema legal, declinó el ofrecimiento.
Lo mismo que se ventiló el nombre de Sergio Díaz Granados, dirigente barranquillero que fue presidente de la U y compañero de Vargas Lleras en el gabinete de Santos, en la cartera de Comercio Exterior. Una jugada que se interpretaba para sellar la adhesión de la U pero que luego se desinfló, más aún cuando los parlamentarios decidieron aplazar la decisión para la siguiente semana. Es decir su logo no saldrá respaldando a ningún candidato.
Aunque votos son amores, los del Partido Conservador podrían ser más determinantes. Si Vargas Lleras los conquista podría superar los cuatro millones de votos y tendría la posibilidad de pelear el paso a la segunda vuelta. Pero no es el único que lo disputa. Para los conservadores, tener la vicepresidencia tras 16 años sin vocación de poder, no dejar de ser seductor.
Al final de la tarde del jueves el nombre parecía ser claro: Juan Carlos Pinzón. El ex ministro de Defensa había sonado desde un inicio, pero no se había concretado a la espera de que alguien más representativo de los godos, como podría ser Barguil. Sin embargo, en las últimas horas, y ante el impedimento legal del primero, la posibilidad de que el candidato presidencial se sumara a Vargas cogió fuerza. Pinzón tendría una enorme similitud con Vargas en términos de historia, pues ambos fueron funcionarios muy cercanos a Santos, pero se apartaron de él al inicio de la contienda electoral por cuenta de su rechazo a algunos puntos del proceso de paz. En la campaña de Vargas, aseguran que Pinzón es un personaje que podría aglutinar los dos partidos que están buscando. Los conservadores por su talante ideólogico y la U porque es su casa.
Iván Duque también está en la conquista de las bases del Conservatismo, aquellas que Marta Lucía Ramírez asegura representar. El favoritismo en las más recientes encuestas, y haber sido el gran ganador del 11 de marzo, lo hacen atractivo para los conservadores, pues también le ven chances de ganar. Si el candidato de Uribe se asegura los votos no solo se aseguraría en segunda vuelta con una mayor ventaja.
Aunque el ambiente de polarización apuntaría a una segunda vuelta entre Duque y Petro, no se puede descartar una segunda ronda entre Duque y Vargas, ambos del mismo espectro de la centro derecha. Al menos las urnas arrojaron ese escenario porque el Centro Democrático y Cambio Radical fueron los único partidos que superaron los dos millones de votos, y juntos tienen casi el 40% del Congreso.
Fue por eso que Vargas Lleras invitó a Duque a una alianza en torno a su nombre, inviable para el candidato del Centro Democrático que crece en las encuestas y considera tener más chances que Vargas. Ambos saben que en su particular pulso el Partido Conservador inclinará la balanza.
A menos de 24 horas de vencerse el plazo para cambiar las elecciones, también corrían rumores de que uno de los candidatos por firmas que ha venido adelantando campaña presidencial, el exministro Juan Carlos Pinzón, sería la fórmula de Vargas Lleras. Apenas un rumor. De momento todo es hermetismo, pero este viernes podría dar un giro la carrera por la presidencia.
Tomada de: Semana
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