EL POLÉMICO LÍDER DE CHECHENIA QUE QUIERE ACABAR CON LOS GAIS Y LOS DIVORCIADOS
El mandatario checheno Ramzán Kadyrov ha sido acusado de crear campos de concentración para homosexuales y ha sido vinculado con la muerte de varias personalidades críticas con Rusia. Kadyrov, aliado de Vladimir Putin, lo niega todo.
Ramzán Kadyrov líder de Chechenia que quiere acabar con los homosexuales y los divorciados Ramzán Kadyrov ha hecho del apego estricto al islam una de las características de su mandato.
Un chiste frecuente entre los críticos del matrimonio sostiene que quienes se casan por segunda vez son tan tontos que merecen hacerlo de nuevo con la primera pareja.
Esa rareza -volver a casarse con la misma persona- está ocurriendo de forma masiva en la república rusa de Chechenia, donde según cifras oficiales en las últimas seis semanas unas 948 parejas que se habían divorciado han vuelto a estar juntas.
Detrás de este fenómeno, sin embargo, no está ningún extraño virus de la reconciliación sino una iniciativa política del líder del país, Ramzán Kadyrov.
Puede leer: "Campos de concentración para homosexuales": las denuncias sobre una purga gay en Chechenia
El controvertido líder checheno, quien se describe a sí mismo como un creyente en el islam tradicional, lanzó la iniciativa en julio pasado con el argumento de que los hijos de parejas divorciadas tienen más probabilidades de ser reclutados por grupos radicales.
"El clero, las autoridades de las aldeas y de los distritos, los jefes policiales, deben descubrir por qué las parejas se divorciaron. Debemos leerles las lecciones (religiosas), enseñarles, ayudarles, trabajar en este asunto", dijo Kadyrov al establecer la consecución de estas reconciliaciones como un objetivo del gobierno.
La iniciativa no ha sido bien recibida por todos los ciudadanos, pues algunos consideran que se trata de un proceso coercitivo.
"Es un acto de violencia contra las personas. Si una pareja se divorció, lo más probable es que haya sido una decisión definitiva", comentó a periodistas del servicio ruso de la BBC una mujer llamada Bariyat, quien vive en Grozny, lleva 12 años divorciada y dice no estar dispuesta a volver con su exmarido.
Zarema, otra residente de la capital chechena, explicó las dificultades implícitas en rechazar los planes de Kadyrov de reconciliar a las parejas.
"Si te niegas, no solo quiere decir que estás en contra de la religión y de las costumbres, sino también en contra de su voluntad. Es claro que, cuando te presionan por todas partes, tienes que ceder", dijo.
Ramzán Kadyrov líder de Chechenia que quiere acabar con los homosexuales y los divorciados Ramzán Kadyrov ha hecho del apego estricto al islam una de las características de su mandato.
Un chiste frecuente entre los críticos del matrimonio sostiene que quienes se casan por segunda vez son tan tontos que merecen hacerlo de nuevo con la primera pareja.
Esa rareza -volver a casarse con la misma persona- está ocurriendo de forma masiva en la república rusa de Chechenia, donde según cifras oficiales en las últimas seis semanas unas 948 parejas que se habían divorciado han vuelto a estar juntas.
Detrás de este fenómeno, sin embargo, no está ningún extraño virus de la reconciliación sino una iniciativa política del líder del país, Ramzán Kadyrov.
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El controvertido líder checheno, quien se describe a sí mismo como un creyente en el islam tradicional, lanzó la iniciativa en julio pasado con el argumento de que los hijos de parejas divorciadas tienen más probabilidades de ser reclutados por grupos radicales.
"El clero, las autoridades de las aldeas y de los distritos, los jefes policiales, deben descubrir por qué las parejas se divorciaron. Debemos leerles las lecciones (religiosas), enseñarles, ayudarles, trabajar en este asunto", dijo Kadyrov al establecer la consecución de estas reconciliaciones como un objetivo del gobierno.
La iniciativa no ha sido bien recibida por todos los ciudadanos, pues algunos consideran que se trata de un proceso coercitivo.
"Es un acto de violencia contra las personas. Si una pareja se divorció, lo más probable es que haya sido una decisión definitiva", comentó a periodistas del servicio ruso de la BBC una mujer llamada Bariyat, quien vive en Grozny, lleva 12 años divorciada y dice no estar dispuesta a volver con su exmarido.
Zarema, otra residente de la capital chechena, explicó las dificultades implícitas en rechazar los planes de Kadyrov de reconciliar a las parejas.
"Si te niegas, no solo quiere decir que estás en contra de la religión y de las costumbres, sino también en contra de su voluntad. Es claro que, cuando te presionan por todas partes, tienes que ceder", dijo.
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