LA GRAN APUESTA DEL NUEVO CANAL UNO
Con una inversión superior a los 100 millones de dólares, el nuevo Canal Uno se la juega por competir con Caracol Televisión y RCN Televisión.
Canal Uno se la juega por competir con Caracol Televisión y RCN Televisión El nuevo concesionario del Canal 1 – Plural Comunicaciones– está conformado por tres de las productoras de mayor trayectoria en Colombia, RTI, NTC y CM&, y un fondo norteamericano especializado en medios Hemisphere Media Group (HMG). Las productoras colombianas tienen el 20 % cada una y el fondo es dueño del 40 % restante.
Con el arranque esta semana de la nueva programación del Canal Uno comienza en firme la apuesta del nuevo concesionario colombiano para convertirse en una alternativa para los televidentes y anunciantes. Será un gran reto considerando los cambios en la forma de ver televisión, a partir de la competencia que todos los medios tradicionales enfrentan con el internet y las plataformas digitales.
El crecimiento de la televisión por suscripción y la multiplicidad de ofertas, la aparición de plataformas tipo Netflix, el aumento de la pauta en medios web y out of home, entre otros muchos factores, han hecho que la pauta en la televisión nacional venga cayendo sistemáticamente.
El año pasado, la inversión publicitaria en televisión nacional cayó un 10 por ciento, al pasar de 1,1 billones de pesos a 990.000 millones, y en el primer trimestre de este año ha disminuido 8 por ciento ante la debilidad de la economía, según cifras de Asomedios y Andiarios. Además, buena parte de estos ingresos –y del rating– están concentrados en Caracol Televisión y RCN, dos canales tradicionales que pertenecen a poderosos grupos con intereses en múltiples sectores y enorme respaldo económico. En otras palabras, el canal no es su negocio principal y lo consideran más bien un complemento estratégico de sus otras actividades.
“Tendremos modelos comerciales más agresivos, pues podemos hacer paquetes o más activaciones de marca a lo largo de toda la parrilla”, anticipa Felipe Boshell, presidente del nuevo Canal Uno.
La estrategia es programar en forma alterna a Caracol TV y RCN. Eso quiere decir, por ejemplo, que cuando estas tengan noticieros, el Canal Uno tendrá algo diferente y así sucesivamente en todos los espacios. Habrá más de diez horas diarias de producción en vivo y en directo, los sets fueron modernizados con colores alegres y a esto se suma la contratación de algunos de los mejores presentadores de la televisión colombiana.
En cuatro meses han contratado cerca de 100 personas directamente en la parte administrativa, comercial y digital, aunque en las distintas producciones puede haber en forma indirecta más de 400 personas involucradas.
El canal heredó una audiencia cercana al 2 por ciento del share de la televisión nacional y cercana del 5 por ciento en el prime gracias a sus noticieros, los cuales se mantendrán dado su gran posicionamiento. La apuesta es duplicar su alcance actual.
Aumentar los ratings es siempre complicado. La primera impresión que dejan los días del lanzamiento es que el noticiero y la entrevista de Yamid se mantienen. Sin embargo, hay que colonizar los otros espacios, mañana y tarde, y eso toma tiempo. El rating de los primeros días no ha sido extraordinario, pero eso es normal en cualquier arranque.
Durante el primer día, según informó el canal, más de 1,7 millones de personas lo sintonizaron en algún momento del día, un 80 por ciento más que la antigua señal. Esto demuestra para los representantes del canal que “la gente quiere una alternativa y que ya somos el tercer canal en audiencia de la televisión colombiana.”.
Un buen arranque, pero es claro que aún falta mucho camino por recorrer. La televisión es un tema de hábitos y no será fácil romper un mercado como el colombiano donde ha habido una oferta por más de 20 años de unos jugadores fuertes y con músculo para reaccionar, en un momento de bajo crecimiento de la economía y la pauta. Sin duda, una gran apuesta.
Canal Uno se la juega por competir con Caracol Televisión y RCN Televisión El nuevo concesionario del Canal 1 – Plural Comunicaciones– está conformado por tres de las productoras de mayor trayectoria en Colombia, RTI, NTC y CM&, y un fondo norteamericano especializado en medios Hemisphere Media Group (HMG). Las productoras colombianas tienen el 20 % cada una y el fondo es dueño del 40 % restante.
Con el arranque esta semana de la nueva programación del Canal Uno comienza en firme la apuesta del nuevo concesionario colombiano para convertirse en una alternativa para los televidentes y anunciantes. Será un gran reto considerando los cambios en la forma de ver televisión, a partir de la competencia que todos los medios tradicionales enfrentan con el internet y las plataformas digitales.
El crecimiento de la televisión por suscripción y la multiplicidad de ofertas, la aparición de plataformas tipo Netflix, el aumento de la pauta en medios web y out of home, entre otros muchos factores, han hecho que la pauta en la televisión nacional venga cayendo sistemáticamente.
El año pasado, la inversión publicitaria en televisión nacional cayó un 10 por ciento, al pasar de 1,1 billones de pesos a 990.000 millones, y en el primer trimestre de este año ha disminuido 8 por ciento ante la debilidad de la economía, según cifras de Asomedios y Andiarios. Además, buena parte de estos ingresos –y del rating– están concentrados en Caracol Televisión y RCN, dos canales tradicionales que pertenecen a poderosos grupos con intereses en múltiples sectores y enorme respaldo económico. En otras palabras, el canal no es su negocio principal y lo consideran más bien un complemento estratégico de sus otras actividades.
“Tendremos modelos comerciales más agresivos, pues podemos hacer paquetes o más activaciones de marca a lo largo de toda la parrilla”, anticipa Felipe Boshell, presidente del nuevo Canal Uno.
La estrategia es programar en forma alterna a Caracol TV y RCN. Eso quiere decir, por ejemplo, que cuando estas tengan noticieros, el Canal Uno tendrá algo diferente y así sucesivamente en todos los espacios. Habrá más de diez horas diarias de producción en vivo y en directo, los sets fueron modernizados con colores alegres y a esto se suma la contratación de algunos de los mejores presentadores de la televisión colombiana.
En cuatro meses han contratado cerca de 100 personas directamente en la parte administrativa, comercial y digital, aunque en las distintas producciones puede haber en forma indirecta más de 400 personas involucradas.
El canal heredó una audiencia cercana al 2 por ciento del share de la televisión nacional y cercana del 5 por ciento en el prime gracias a sus noticieros, los cuales se mantendrán dado su gran posicionamiento. La apuesta es duplicar su alcance actual.
Aumentar los ratings es siempre complicado. La primera impresión que dejan los días del lanzamiento es que el noticiero y la entrevista de Yamid se mantienen. Sin embargo, hay que colonizar los otros espacios, mañana y tarde, y eso toma tiempo. El rating de los primeros días no ha sido extraordinario, pero eso es normal en cualquier arranque.
Durante el primer día, según informó el canal, más de 1,7 millones de personas lo sintonizaron en algún momento del día, un 80 por ciento más que la antigua señal. Esto demuestra para los representantes del canal que “la gente quiere una alternativa y que ya somos el tercer canal en audiencia de la televisión colombiana.”.
Un buen arranque, pero es claro que aún falta mucho camino por recorrer. La televisión es un tema de hábitos y no será fácil romper un mercado como el colombiano donde ha habido una oferta por más de 20 años de unos jugadores fuertes y con músculo para reaccionar, en un momento de bajo crecimiento de la economía y la pauta. Sin duda, una gran apuesta.
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