Desvío de recursos de los afiliados para inversiones en Colombia y el exterior. Préstamos con plata de la salud pública a socios y trabajadores. Irregularidades en las bases de datos para cobrar más dinero al Estado por la atención de pacientes que en realidad nunca existieron.
Conductas como esas son parte del voluminoso expediente contra el otrora poderoso expresidente de Saludcoop Carlos Gustavo Palacino Antía, quien llegó a ser uno de los más poderosos en el negocio de la salud en Colombia y este viernes pasó su primera noche en un calabozo por el desvío de al menos 400.000 millones de pesos.
Tras casi 8 años desde que estallaron los escándalos por los malos manejos de Saludcoop, que llevaron a la liquidación de esa EPS y al enorme lío en que se ha convertido el manejo de su sucesora, Medimás, Palacino finalmente fue tocado por la justicia. Este viernes, agentes del CTI lo sacaron de una millonaria mansión en uno de los más exclusivos condominios de la sabana de Bogotá, en La Calera. La captura sorprendió al ejecutivo, que, pese a sus líos con la justicia, se movía entre Miami y Bogotá y ha sido señalado de seguir jugando en el sector a través de varias de sus fichas de confianza en Saludcoop.
Ahora, el ente acusador cuenta con cuatro meses para avanzar en la investigación y definir si hay elementos suficientes para llevarlo a juicio por el delito de peculado por apropiación a favor de terceros, por el cual queda en riesgo de una condena de más de 20 años de prisión.
Su éxito empresarial, acompañado de una vida de lujos, estuvo marcado también por señalamientos de la Dian por evasión de impuestos, irregularidades en el manejo de los recursos públicos y las inversiones que tuvieron capítulos en la Superintendencia de Salud, la Contraloría General, la Procuraduría y en la Fiscalía.
Con plata de la salud de los usuarios de Saludcoop –que en su momento llegó a ser la más grande EPS del país, con más de 7 millones de afiliados–, el grupo liderado por Palacino habría terminado financiando inversiones en lujosos proyectos urbanísticos, torneos de golf y hasta el patrocinio de equipos de baloncesto.
Durante sus nueve años de presidencia fueron famosas las reuniones de directivos en Canadá, Singapur, Chile, Portugal, a donde viajaban para tomar decisiones sobre el funcionamiento de la EPS en Colombia, con gastos de primera clase financiados a costa del dinero girado por el sistema público de Salud. Palacino tenía en ese momento un sueldo cercano a los 90 millones de pesos mensuales, más bonificaciones.
Las investigaciones sobre las irregularidades por los manejos de la EPS dieron para la pérdida de investidura del excongresista Holger Díaz, por tráfico de influencias al pedir pagos a una IPS cercana al grupo. El proceso llevó también a uno de los más duros enfrentamientos entre las cabezas de órganos de control en el país: el exfiscal general Eduardo Montealegre –quien tuvo contratos con Saludcoop por varios miles de millones de pesos– y la excontralora Sandra Morelli, quien lideró las investigaciones que finalmente llevaron al derrumbe del imperio de Palacino.
Palacino, que era investigado desde 2004 y había logrado salir airoso de los procesos penales en su contra, insiste desde hace años en conseguir una decisión favorable en el Consejo de Estado para que se anule la sanción disciplinaria que le impuso la Procuraduría por 18 años y le impide contratar con el Estado. También quiere tumbar la sanción fiscal de la Contraloría por 1,4 billones de pesos contra las directivas de la EPS. Incluso, pretende una indemnización cercana a los 32.000 millones de pesos.
El fiscal Néstor Humberto Martínez afirmó que esta es apenas la primera operación de una unidad dedicada a macroinvestigaciones por trampas en el sector: “Ni un centavo de la salud puede parar en los bolsillos de los particulares. Solo así podemos asegurar la cobertura universal, la calidad del servicio y que los profesionales de la salud tengan unos ingresos apropiados”.
Tomada de: El Tiempo.
Conductas como esas son parte del voluminoso expediente contra el otrora poderoso expresidente de Saludcoop Carlos Gustavo Palacino Antía, quien llegó a ser uno de los más poderosos en el negocio de la salud en Colombia y este viernes pasó su primera noche en un calabozo por el desvío de al menos 400.000 millones de pesos.
Tras casi 8 años desde que estallaron los escándalos por los malos manejos de Saludcoop, que llevaron a la liquidación de esa EPS y al enorme lío en que se ha convertido el manejo de su sucesora, Medimás, Palacino finalmente fue tocado por la justicia. Este viernes, agentes del CTI lo sacaron de una millonaria mansión en uno de los más exclusivos condominios de la sabana de Bogotá, en La Calera. La captura sorprendió al ejecutivo, que, pese a sus líos con la justicia, se movía entre Miami y Bogotá y ha sido señalado de seguir jugando en el sector a través de varias de sus fichas de confianza en Saludcoop.
Ahora, el ente acusador cuenta con cuatro meses para avanzar en la investigación y definir si hay elementos suficientes para llevarlo a juicio por el delito de peculado por apropiación a favor de terceros, por el cual queda en riesgo de una condena de más de 20 años de prisión.
Su éxito empresarial, acompañado de una vida de lujos, estuvo marcado también por señalamientos de la Dian por evasión de impuestos, irregularidades en el manejo de los recursos públicos y las inversiones que tuvieron capítulos en la Superintendencia de Salud, la Contraloría General, la Procuraduría y en la Fiscalía.
Con plata de la salud de los usuarios de Saludcoop –que en su momento llegó a ser la más grande EPS del país, con más de 7 millones de afiliados–, el grupo liderado por Palacino habría terminado financiando inversiones en lujosos proyectos urbanísticos, torneos de golf y hasta el patrocinio de equipos de baloncesto.
Durante sus nueve años de presidencia fueron famosas las reuniones de directivos en Canadá, Singapur, Chile, Portugal, a donde viajaban para tomar decisiones sobre el funcionamiento de la EPS en Colombia, con gastos de primera clase financiados a costa del dinero girado por el sistema público de Salud. Palacino tenía en ese momento un sueldo cercano a los 90 millones de pesos mensuales, más bonificaciones.
Las investigaciones sobre las irregularidades por los manejos de la EPS dieron para la pérdida de investidura del excongresista Holger Díaz, por tráfico de influencias al pedir pagos a una IPS cercana al grupo. El proceso llevó también a uno de los más duros enfrentamientos entre las cabezas de órganos de control en el país: el exfiscal general Eduardo Montealegre –quien tuvo contratos con Saludcoop por varios miles de millones de pesos– y la excontralora Sandra Morelli, quien lideró las investigaciones que finalmente llevaron al derrumbe del imperio de Palacino.
Palacino, que era investigado desde 2004 y había logrado salir airoso de los procesos penales en su contra, insiste desde hace años en conseguir una decisión favorable en el Consejo de Estado para que se anule la sanción disciplinaria que le impuso la Procuraduría por 18 años y le impide contratar con el Estado. También quiere tumbar la sanción fiscal de la Contraloría por 1,4 billones de pesos contra las directivas de la EPS. Incluso, pretende una indemnización cercana a los 32.000 millones de pesos.
El fiscal Néstor Humberto Martínez afirmó que esta es apenas la primera operación de una unidad dedicada a macroinvestigaciones por trampas en el sector: “Ni un centavo de la salud puede parar en los bolsillos de los particulares. Solo así podemos asegurar la cobertura universal, la calidad del servicio y que los profesionales de la salud tengan unos ingresos apropiados”.
Tomada de: El Tiempo.
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